De repente una mañana descubres un indicio claro de que algo es distinto a lo imaginado, a lo proyectado, a lo deseado, a lo recordado. De repente una mañana todas tus interpretaciones y atribuciones de causa se convierten en una realidad no contemplada. Has ensayado un guión y una vez aprendido, viene el pasante y te lo cambia diciendo “hey, ¿Qué estás leyendo? Este es el guión… Apréndelo rápido! Esta noche es tu primera función”! Lo llaman “despertar”. Efectivamente…