Solemos dar alimento a nuestra cobertura básica, la que se vincula a nuestras necesidades fisiológicas.

Si bien es la actitud primordial de sustento, hay otras formas de nutrirse que no encontramos en la lista de la compra. 

Hacer la lista de todas esas necesidades, pasa por entendernos, pero también por empatizar con los demás:

No todos queremos ni buscamos lo mismo, pero sin embargo todos estamos en la permanente búsqueda de nuestro equilibrio. 

Vincularse a lo que sentimos y no a la interpretación múltiple de un mismo hecho, nos libera del sufrimiento y nos conecta saludablemente a los demás.

Existe un «supermercado emocional» en todas y cada una de nuestras elecciones.

¿Vamos de compras?