Si el confinamiento por el covid19 te ha encontrado solo en casa, bien porque vives solo o porque tus circunstancias personales te han traído temporalmente al confinamiento en soledad, es importante que tengas presente algunas cuestiones.
Lo primero y más importante es que, si te sientes mal y no puedes con la situación, llames o contactes con un psicólogo de tu confianza. La ayuda psicológica podrá orientarte de muchas maneras y en estos momentos encontrarás a muchos psicólogos colegiados ofreciendo sus servicios por diversas vías online.
Preventivamente, voy a proponerte una serie de condiciones que, si las cuidas y mantienes, te ayudarán a sobrellevar mejor este periodo incierto de confinamiento:
- Busca qué hacer durante el día. Si es necesario, planifícate la semana para poder vivir de acuerdo a una guía de actividades. Te ayudará a mantener la mente clara y ordenada y a no caer en el desorden mental, la desidia y los pensamientos improductivos que sólo generan angustia o incluso ansiedad. Tener un propósito diario da sentido a nuestra mañana y nos levantamos más motivados y alineados.
- No seas demasiado exigente con el número de actividades. Piensa que el confinamiento hace variar tus biorritmos. Ahora todo va más lento y pausado y el exceso de actividad puede ser también causa de estrés. Mejor menos y bien llevado a cabo.
- Bienestar físico: Practica cualquier tipo de ejercicio diariamente, si es posible a la misma hora. El cuerpo tiene memoria orgánica y te lo va a agradecer, produciendo cada vez más eficazmente un caudal de endorfinas que ayudarán a combatir tu posible estrés mental.
- Bienestar mental: Dedica también un tiempo a cultivar tu mente. Con cosas sencillas que no te agobien, pero que te ayuden a focalizarte en temas concretos donde pueda surtir tu creatividad. Es un alimento necesario para tu bienestar mental.
- Repara aquello que no funciona en casa y que nunca tienes tiempo de arreglar (grifo que gotea, puerta que chirría…). Date una ducha caliente por las mañanas después de hacer ejercicio y abrázate para sentir que no estás solo. Las caricias y la ternura que te das a ti mism@ es alimento para tu bienestar emocional.
- Interacción social. Comunícate. La necesidad de afiliación, de pertenencia al grupo es ahora más importante que nunca. Las llamadas o videoconferencias van a ser vitales en estos momentos. Habla con los tuyos por teléfono, por internet y a ser posible diariamente. No hace falta que sean conversaciones largas. Simplemente responden a ser el abrazo diario que nadie te da.
- Higiene física = Higiene emocional. La higiene diaria es un síntoma claro de cuidado y estima personal. Cuando nos sentimos aislados, solamente contamos con nuestra validación (“no salgo a la calle, nadie me ve, ¿para qué arreglarme?”). Esa forma de hablarnos puede hacer que caigamos en el abandono personal y una vez ahí, va a ser más fácil quedarnos en un letargo peligroso que nos puede conectar con comportamientos saboteadores. Tenemos que cambiar nuestro diálogo interno “Me aseo y me cuido para mi mism@”. Oler bien, sentirse limpio, nos aporta vida interior y sensación de apertura.
- El veneno está en la dosis. Higiene mental. Limita tu tiempo de pantallas en casa, sea móvil, televisión u ordenador. Prográmate un tiempo al día para cada cosa y date momentos de desconexión con las otras actividades que también te has propuesto. Está bien evadirse, pero el exceso de la evasión puede llevarnos al aislamiento inconsciente.
- Por otro lado, es importante que no abuses de la difusión de información de la que desconozcas procedencia. Observa que sea contrastada y que provenga de organismos o instituciones y asociaciones oficiales que seguramente te aportarán realismo pero no fatalismo. Recuerda que quedándote en casa ya estás ayudando y que ciertas preocupaciones solamente van a añadirte ansiedad y, con ella, un estrés físico con subidas de cortisol que podrían originar una posible bajada de tus defensas.
- Alimentación y emociones. Nuestro cuerpo físico está conectado sutilmente con nuestro cuerpo mental y nuestro cuerpo emocional. La inducción positiva de alimentarnos correctamente es un estímulo químico que afecta a nuestras emociones. Por ello, huye de los azúcares y del alcohol y trata de no abusar de los carbohidratos. Desayuna bien completo, no comas entre horas, plantéate un almuerzo correcto y una cena ligera. Entre horas, las infusiones son tremendamente positivas y aportan hidratación.
- Un buen descanso razonable. No cambies tu horario habitual. Duerme las mismas horas nocturnas y el cuerpo, que tiene memoria orgánica, reaccionará de acuerdo a lo que entiende por normalidad, proporcionando mejores respuestas a los estímulos mentales y emocionales y recuperándose mejor de tus posibles momentos de angustia.
Una vida equilibrada en momentos tan excepcionales y difíciles como éste que estamos viviendo, no se resume ni muchos menos en estos 11 pasos como si de un manual se tratara, pero puede que esta síntesis te ayude a orientarte y a sobrellevarlo todo mucho mejor.
#yomequedoencasa #venceremos